Sopla Poniente Salinillas

19,90 
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Vino de pasto de Pedro Ximénez de Montilla Moriles, con una sutil influencia de la crianza biológica y unos meses más «a tocadedos» en botas de Jerez.

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Descripción

Sopla Poniente Salinillas: El alma de Montilla-Moriles en cada sorbo

Sopla Poniente Salinillas es un vino de pasto elaborado con Pedro Ximénez, una variedad emblemática de Montilla-Moriles. Con una producción exclusiva de 800 botellas, este vino representa la pureza y autenticidad de su origen. Su crianza combina 8 meses bajo velo de flor con 3 meses adicionales «a tocadedos» en botas de Jerez, lo que le confiere una complejidad única.

En nariz, despliega aromas sutiles de pera y manzana golden, acompañados de notas de levadura de flor, toques minerales y frutos secos. En boca, su acidez fresca y su textura untuosa crean un equilibrio perfecto, con un final largo, punzante y ligeramente salino.

Detrás de esta joya está Sopla Poniente, un proyecto apasionante liderado por Pepe Rodríguez de Vera. Su misión es recuperar vinos con alma, buscando en antiguas soleras y sacristías aquellos ejemplares únicos que merecen ver la luz. Salinillas es un testimonio de esta filosofía: tradición, exclusividad y la esencia más pura del terroir.

Perfecto para quienes buscan descubrir la profundidad de los vinos andaluces, Sopla Poniente Salinillas es ideal para maridar con mariscos, pescados ahumados y quesos curados. Cada botella es una experiencia irrepetible que transporta directamente a las tierras albarizas de Montilla-Moriles.

No dejes pasar la oportunidad de disfrutar de este vino excepcional, fruto del respeto por la tradición y la búsqueda incansable de la excelencia.

Sobre el productor de Sopla Poniente Salinillas

En 2020, tres amigos apasionados por el vino de Jerez —Carlos Jiménez López-Quecuty, Alfredo García Rider y Pepe Rodríguez de Vera— iniciaron Sopla Poniente, un proyecto dedicado a descubrir vinos excepcionales de Andalucía que rara vez llegan al mercado. Buscan en bodegas históricas y soleras olvidadas, rescatando vinos únicos que reflejan autenticidad y emoción.

Rodríguez de Vera lidera la selección y ensamblaje de estos vinos en colaboración con destacadas bodegas andaluzas. Su meticuloso trabajo consiste en localizar botas con características singulares, manteniendo su esencia mediante sacas limitadas y continuadas en el tiempo. Exploran regiones como Montilla-Moriles, Jerez, Sanlúcar de Barrameda y otras, rescatando joyas enológicas para compartirlas con el mundo.