Tío Pepe Tres Palmas

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La crianza biológica al límite

Tío Pepe Tres Palmas es un Fino Amontillado entre la vida y la muerte. Sus 10 años de envejecimiento en contacto con la “flor” le otorgan un carácter único. Solo una bota ha sido seleccionada del total de la solera que se encuentra en la Bodega de la Constancia.

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Descripción

La crianza biológica al límite

Tío Pepe Tres Palmas es un Fino Amontillado entre la vida y la muerte. Sus 10 años de envejecimiento en contacto con la “flor” le otorgan un carácter único. La bota clasificada para Fino Tres Palmas, la Nº4 de entre las 149 botas de esta solera histórica de la bodega de «La Constancia», está catalogada como sencillamente sublime. Este Fino Amontillado marca la delgada línea que separa la crianza biológica de la oxidativa, en palabras de Antonio Flores «Este vino es fino y viejo, inmedible e intangible, emocionante y terminal. Es el límite entre la vida y la muerte, la agonía lenta de la flor«.

10 años de crianza en bota de roble en contacto con la flor le aportaron a Tío Pepe Tres Palmas una personalidad inigualable distinguida por sus seductores aromas y una boca salina, untuosa y larguísima.

Tío Pepe Tres Palmas conserva la frescura y salinidad de un fino, pero con la profundidad y estructura de un amontillado. Su color dorado intenso y su potencia aromática (notas de frutos secos, madera y levadura) lo hacen único.

Es un vino que desafía los límites de la crianza biológica, manteniéndose vivo entre dos mundos, lo que lo convierte en una rareza muy valorada por los amantes de los generosos

Las Palmas son denominaciones que, como define Manuel María González-Gordon en el libro “Jerez-Xerez-Sherry”, se aplican a aquellos vinos finos de Jerez que se distinguen notablemente por su limpieza, finura y delicadeza en el aroma, y el número de palmas es proporcional a su grado de vejez.

Estos vinos son el resultado de la ímproba labor de selección y clasificación por tiempo de vejez y finura de los mejores finos que se viene llevando a cabo desde el año 1880.

🍷 Notas de cata:

Color ámbar pálido, brillante y con destellos cobrizos. Lágrima intensa; muy compleja, marcados aromas a velo de flor que se complementan con sutiles recuerdos a maderas nobles, vainilla, camomila, frutos secos, piel de naranja y caramelo. Boca muy potente, cremosa, salina y muy sápida; en boca su final es extraordinariamente largo, untuoso y graso, dejando un posgusto eterno, especiado, sabroso, cremoso y sutilmente amargo. Un vino que marca la delgada línea que separa los finos de los amontillados.

🍇 Elaboración:

Durante 10 años, este vino envejece bajo velo de flor (crianza biológica) hasta que la levadura comienza a debilitarse, permitiendo una sutil entrada de oxígeno (inicio de la crianza oxidativa). Este equilibrio entre ambas crianzas le da una complejidad única.

👤 Más sobre el elaborador:

Todo empezó con Manuel María González Ángel, un joven emprendedor de solo 23 años que en 1835 decide probar fortuna en el pujante negocio de los vinos.

Esa aventura no solo resultaría ser la mejor idea de su vida, también marcaría el inicio de uno de los legados empresariales más importantes de España.

Al adentrarse en un negocio por entonces desconocido para él, busca consejo en la figura de José María Ángel y Vargas o, como él le llama cariñosamente,  "Mi Tío Pepe". Es él quien le enseña todos los secretos del arte vinícola jerezano. En agradecimiento, su sobrino le cede una parte de la bodega y referencia las botas de la Solera Fundacional con el nombre “Solera del Tío Pepe”.

La visión se hace realidad. El amor al vino de Jerez se extiende por todo el mundo. Del éxito de las exportaciones nace la sociedad con Robert Blake Byass, comerciante de vinos inglés y agente comercial de Manuel Marías en Gran Bretaña, quien en 1844 le pide en una carta algunas botas de ese “...vino tan sumamente pálido que tanto me recomiendas”

Esas primeras botas de Tío Pepe tienen una gran acogida en Reino Unido, con un crecimiento exponencial que poco a poco se va extendiendo a otros países de Europa y el continente Americano.

Pionero desde sus orígenes, Manuel María González Ángel sigue cultivando su carácter emprendedor y es así como, en 1886, Tío Pepe se convierte en una de las primeras marcas registradas de España y su bodega en la primera en contar con luz eléctrica, dos años antes incluso de que la adoptara la ciudad de Jerez.

https://www.tiopepe.com/es-es

Información adicional

País

España

Región

Andalucía

Apelación

Jerez-Xérès-Sherry DO

Variedades

Palomino Fino

Tipo

Generoso

Clase

Barrica

Capacidad

75 cl.

Productor

González Byass