Notas de cata:
Color púrpura intenso. Sin filtrar; en nariz de pronunciada intensidad y gran complejidad: grosella negra, ciruela, bayas silvestres, tinta negra, grafito y especias negras; en boca paladar seco. Su gran cuerpo y alto grado alcohólico quedan ocultos por una acidez enérgica y unos taninos maduros y macizos. El vino tiene un final muy largo y fresco con décadas de potencial de envejecimiento.
Elaboración:
14 meses en barrica de roble francés
Más sobre el elaborador:
En 2020, cuatro amigos apasionados por el mundo del vino—Pepe Rodríguez de Vera, Hilarión Pedauyé, Álvaro Ruiz y Alberto Soriano—decidieron unir fuerzas con un propósito común: rescatar variedades autóctonas, viñedos históricos y métodos tradicionales en la Comunidad Valenciana, amenazados por la industrialización y el abandono. Así nació Sopla Levante, un proyecto que busca reivindicar la riqueza vitivinícola de la región y evitar la desaparición de su legado enológico.
El punto de partida fue un enclave legendario: el Parque Natural de La Mata, en Alicante. Esta zona, que antaño albergó 250 hectáreas de viñedos, hoy conserva apenas 35. Allí, cepas centenarias en pie franco crecen junto al mar, sometidas a condiciones climáticas extremas que les otorgan una identidad única. Con la mirada puesta en otras localizaciones con potencial, Sopla Levante amplió su alcance a viñedos viejos de Bobal en Requena, así como a parcelas de Monastrell, Cariñena y Valenci Negre, entre otras.
Más allá del cultivo, el equipo colabora con la Universidad de Valencia en la identificación de variedades desconocidas y la recuperación de uvas minoritarias como Esclafagerre, Parrell y Crujidera. Su filosofía se basa en intervenciones mínimas en la bodega, sin sulfitos añadidos y fermentaciones con levaduras autóctonas. También exploran técnicas innovadoras como la crianza con chips de cepas muertas, envejecimiento en barricas de licor Cantueso y prensados invernales a temperaturas bajo cero.
Combinando tradición e innovación, Sopla Levante busca exaltar la singularidad de cada viñedo, creando microvinificaciones únicas que reflejen la esencia de su terruño. Más que una apuesta comercial, es un compromiso con la historia y el futuro del vino en la Comunidad Valenciana.