Sopla Poniente «Llano Cuello»

41,90  IVA incluído
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Cream de 40 años elaborado con Pedro Ximenez, blend de oloroso y PX dulce. Envejecido después de la mezcla en una vieja barrica de Moscatel de Setúbal.

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Descripción

Sopla Poniente «Llano Cuello»: elegancia y equilibrio en cada sorbo

El Sopla Poniente  «Llano Cuello» es un vino generoso Cream de gran complejidad y equilibrio, fruto de la combinación de la uva Palomino y el Pedro Ximénez. Su proceso de crianza en soleras y criaderas en el Marco de Jerez le confiere una elegancia única, fusionando la estructura y el carácter salino del Palomino con la sedosidad y dulzura natural del Pedro Ximénez. El resultado es un vino aterciopelado, envolvente y con una profundidad que seduce desde el primer sorbo.

En nariz despliega aromas intensos de frutos secos, caramelo y toques tostados que evocan su crianza en botas de roble. En boca, su equilibrio es excepcional: la frescura del Palomino contrasta armoniosamente con las notas dulces y melosas del Pedro Ximénez, dejando un final largo y persistente con un sutil matiz salino. Esta combinación de sabores lo convierte en una opción versátil para el maridaje. Es ideal para acompañar quesos curados, foie, frutos secos y postres como tartas de almendra o chocolate negro.

Sopla Poniente «Llano Cuello»  es más que un vino dulce. Es la expresión de una tradición reinventada, de un saber hacer que se mantiene vivo con cada copa. Si buscas una experiencia sensorial única, este cream es una apuesta segura para sorprender y deleitar a los amantes del vino.

Déjate seducir por su elegancia y profundidad. ¡Descúbrelo ahora!

Sobre el productor de Sopla Poniente «Llano Cuello»

En 2020, tres amigos apasionados por el vino de Jerez —Carlos Jiménez López-Quecuty, Alfredo García Rider y Pepe Rodríguez de Vera— iniciaron Sopla Poniente, un proyecto dedicado a descubrir vinos excepcionales de Andalucía que rara vez llegan al mercado. Buscan en bodegas históricas y soleras olvidadas, rescatando vinos únicos que reflejan autenticidad y emoción.

Rodríguez de Vera lidera la selección y ensamblaje de estos vinos en colaboración con destacadas bodegas andaluzas. Su meticuloso trabajo consiste en localizar botas con características singulares, manteniendo su esencia mediante sacas limitadas y continuadas en el tiempo. Exploran regiones como Montilla-Moriles, Jerez, Sanlúcar de Barrameda y otras, rescatando joyas enológicas para compartirlas con el mundo.